El pasado 26 de noviembre de 2020 a las 17:00 realizamos el taller online “Gestión emocional en cuidadores y cuidadoras de personas con demencia” de la mano de nuestra compañera Ana Remirez de Ganuza, psicóloga sanitaria. Hablamos de las emociones de las personas cuidadoras, la importancia de identificarlas y cómo ello puede contribuir a prevenir la sobrecarga o estrés.
El 80% de las personas con Alzheimer y otras demencias son cuidadas por familiares y la persona cuidadora tipo es mayoritariamente mujeres, con pocos apoyos y que tiene un trabajo excesivo, ya que a su vida se le suma los cuidados de un familiar con demencia. Así, comentaba Ana, es necesario adaptarse al día a día, al cambio continuo de la enfermedad desde el momento del diagnóstico para prevenir la sobrecarga.
Existen algunas variables que afectan a este proceso, como la información sobre la enfermedad de la que se disponga, los recursos y herramientas personales, los apoyos externos, así como la relación previa con la persona afectada. De hecho, incidía la profesional, existen alertas para identificar el Síndrome del Cuidador, ese agotamiento físico y psicológico, por el que la persona cuidadora se ve superada y sobrepasada. Algunas de las señales en las que fijarse son el cansancio, la aparición de otras dolencias, las alteraciones del sueño y cambios en la alimentación, el aislamiento social, sensación de trastorno depresivo… En este punto, aunque “nos cuesta pedir ayuda… es fundamental hacerlo”, recalcaba Ana.
“La emoción afecta en el cuidado, en la relación con la persona afectada y en nosotras mismas”
Ana Remírez de Ganuza
Entonces, ¿qué hacer para ayudar a prevenir esta sobrecarga?
- Información: sobre la enfermedad, sus fases, apoyos, etc.
- Organización y planificación de las acciones a realizar.
- Conservar espacios para uno mismo y realizar actividades ajenas al cuidado.
- Gestionar las emociones propias. Esto pasa por trabajar personalmente la inteligencia emocional que consiste en “reconocer sentimientos, diferenciarlos y orientar la conducta”.
Durante el taller, Ana Remírez fue desgranando cómo trabajar los sentimientos propios a través del autoconocimiento, autorregulación y automotivación; así como los que están en relación con los demás a través de la empatía y el control emocional. “La emoción afecta en el cuidado, en la relación con la persona afectada y en nosotras mismas”, confirmaba, mientras explicaba algunas de las emociones más comunes como la tristeza, la ansiedad o el miedo.
Para finalizar el taller, se explicaron las 4 reglas de la persona cuidadora
- No sentirse culpable
- Sigue viviendo tu vida – revisar nuestros proyectos de vida
- Cuidar es una tarea pasajera, aunque sea larga
- Relajarse y desconectar
Gracias a todas las personas que nos acompañasteis durante el taller y a ti, que estás leyendo ahora estas líneas y puedes acceder al taller completo en el siguiente vídeo: